Moisés El vidente del Sinaí

Hasta la aparición de este libro, canalizado desde los Archivos de la Eterna Luz por la vidente argentina Josefa Rosalía Luque Álvarez, las únicas referencias precisas sobre la vida de Moisés estaban en la Biblia. Desde aquí, su imponente presencia como guía del pueblo hebreo -insoslayable a la hora de trazar la historia judía- ha cruzado los tiempos, con su carga de veracidad, lejos del mito y de la leyenda.
Y lo ha hecho con tal fuerza que los momentos clave de la trayectoria existencial de Moisés forman parte del saber común y han servido de fuente inspiradora para múltiples expresiones artísticas. ¿Cuál es entonces, la contribución que hizo la autora, en pleno siglo XX, fecha en que apareció la obra?
Sin que interfiriera fantasía alguna de su parte sino transcribiendo tan sólo lo que le era dictado desde el plano celestial, nos entregó esta minuciosa biografía de la rica vida de Moisés, donde fluidamente se alternan narración y diálogo como si se tratase de una novela surgida de la mente febril de un escritor.
El aporte de estas páginas es múltiple: devela el misterio sobre el origen de quien llegó a ser liberador y legislador de los israelitas y lo sigue en su quehacer cotidiano, desde la infancia hasta su retiro en el Monte Nebo. En ese largo trayecto existencial aparecen personajes a veces muy conocidos -como son la princesa y el faraón egipcios, en sus frágiles dimensiones humanas e incluso, el sacerdote Jetró-. A ellos se suman otros más, ignorados hasta ahora pero fundamentales: el noble y sencillo Azabache, de destino ¡mpredecible, la presencia inocente y prístina de la doncella Merik, la conmocionante historia de Estrella, el amor oculto de Fredek de Portofir... y hasta los ecos de la Atlántida y Lemuria.
Por todo ello y por mucho más que prolongaría innecesariamente este texto, Moisés merece ser leído por practicantes de todas las religiones y por quienes en nada creen. En todos despertará cuestionamientos, inquietudes y profunda reflexión.